martes, 15 de junio de 2010

La Hacienda de Esteban: Pudrezuela


No pudo saber George Orwell que Chacumbele, a.k.a. Sabaneitor, alias MicoMandante, sería tan buen protagonista de su libro, Animal Farm, 65 años después de su publicación en 1945. Para los que tenemos la fortuna de tener ideas y juicios propios, es extremadamente difícil comprender que la historia que cuenta Orwell se siga repitiendo después que ha sido demostrado, a nivel mundial, que el comunismo, mal llamado y disfrazado como socialismo del siglo XXI por Sabaneitor, NO SIRVE, si no para destruir, y destruir, hasta convertir a sus lacayos en zombies y a sus promotores en lo que Orwell genialmente representó como una cuerda de cerdos, vestidos de gente, que se convirtieron el la versión empeorada de lo que quisieron atacar con tanta vehemencia.
Yo tengo un par de semanas con el gentilicio revuelto. Digo, yo también soy venezolana, y crecí en ese país, pero el país que yo recuerdo, que estaba lejos de ser perfecto, si es verdad, era al menos un país plural. Si, yo reconozco que el país estaba enfermo, pero había esperanza de una cura, si alguna vez se sembraba petróleo, como lo dijo Uslar Pietri alguna vez, tan sabiamente.
Resultó que el remedio, que mucha gente pensó era el GOLPISTA ESE, antidemocrático y megalómano, es extremadamente peor que la enfermedad. Porque el país ahora está moribundo, robado de todo, con los rojos cubiertos de indignidad y los otros colores cubiertos de indolencia. Todos pensando en el beneficio propio, el sálvese quien pueda, "el cambur, la arepa, el mango bajito, la manguanga" todos estos venezolanismos que implican una sola cosa: cobrar sin trabajar, hacer negocio sin arriesgar nada, especular, sacarle provecho a situaciones que perjudican al otro, etc. O sea, la absoluta ausencia de MORALIDAD. Y cuando en una familia, una sociedad, un país, no existen los valores y la moral, y encima de eso lo que reina es la absoluta ignorancia, o mejor dicho, el OSCURANTISMO, ya no se puede hablar ni de país, ni de sociedad, ni de familia. Lo que queda es un desierto lleno de cadáveres abandonados a pleno sol para que la rapiña se dé un festín. Como efectivamente lo están haciendo los culpables de todos y cada uno de los guisos que reposan en las ollas que han ido destapando los únicos valientes que quedan en esa selva de monos con hojilla, perros de guerra y focas de circo: los periodistas que denuncian los atropellos haciéndolos públicos. Pero eso no basta. Como escribió Chataing hoy en su Twitter: "Qué preservará el caso de los alimentos descompuestos por más tiempo, los contenedores o la memoria de los venezolanos?" 
La respuesta es obvia, verdad?
La gente sigue "esperando" que "algo pase." Que venga el Chapulín Colorado, Superman o los Marines gringos a tumbar a Esteban. O que la cosa llegue al "llegadero"...(??????? cómo va a llegar si anda en puro retroceso?). Yo creo que hace rato que el pais llegó, al FONDO. ...un fondo oscuro, viscoso y putrefacto, tanto como el petróleo que alimenta al cáncer que devora nuestra tierra. Quién fué que lo llamó excremento de diablo? Y con razón.
Venezuela no nada en petróleo señores, nada en MIERDA, excremento de chiquero, inmundicia, corrupción de la peor que se ha visto en país alguno, putrefacción inmunda alimentada por el Innombrable y su verbo soez, burdo y procaz hasta lo repugnante, como el de sus secuaces y sus perros y perras de basurero.
Como Juanes, sueño.
"sueño...con la paz de mi pueblo desangrado...con el final de esta injusta guerra...y que se fundan balas para hacer campanas de LIBERTAD" 
Sueño con volver a un país donde se pueda vivir no sólo en paz, si no en ESTADO DE DERECHO, de civilización, de respeto por el otro.
Sé que no viviré para ver ese país. Yo quisiera poder extirparme el dolor de la pérdida de mi patria, mi terruño.
Lucho por proteger lo bueno de mi gentilicio y de mi identidad cultural. Y sueño. Pero lo que veo en el panorama es una guerra civil, que no está lejos.
Cuando los rojos pierdan el 26S, Fulanito dará la orden a sus huestes, lumpen adicto al circo y los petrodólares que chupan sin merecer o trabajar, de que salgan a la calle a "defender" lo indefendible (...incluyendo a ese poco de viejitos desdentados que forman sus "milicias"). 
Ya yo sólo creo en insecticida. Lo mejor que pueden hacer los venezolanos decentes es armarse para defender lo que les queda desde la trinchera de la razón y el derecho a vivir en paz. Que Dios los libre y los proteja.


Para ver la película completa, en inglés, haz click aquí http://www.youtube.com/watch?v=NZldlyeR8DU&feature=fvw

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